…tal parece que ya se está haciendo una muy desagradable costumbre que la selección nacional pierda en territorio yanqui, y que la afición tan fiel de paisanos que viven allá, se quede con las ganas de gritar un gol y ver ganar a la selección de todos.
Alguien por ahí dirá que seguimos siendo unos perdedores, pero lo cierto es que para ser el inicio de un nuevo ciclo, con Hugo Sánchez al frente de la selección, me gustó lo que anoche ví. Un equipo que propone, que no se encerró y que la mayor parte del tiempo dominó el encuentro, merecía ganar; pero los errores cuestan, y como diría mi señor padre, el fútbol se gana con goles, y ayer el equipo nacional de Estados Unidos fue quien aprovecho los errores y metió los goles, para tristeza de nuestra linda afición.
El jugador que sin duda se llevó la noche es Guardado, con un juego atrevido no se cansó de encarar a los defensores yanquis y la mayoría de las veces logró sacar buenas jugadas, algunas de ellas no concluidas por la falta de contundencia de nuestros delanteros, Cuauhtemoc Blanco mostró pinceladas de la magia que puede salir de sus pies, sin embargo anduvo bajo de juego, Rafael Márquez indiscutible capitán del seleccionado nacional, jugó como si de un partido de eliminatoria se tratara, y ni hablar de Osorio y Salcido, que su juego ha crecido enormidades en Europa.
Aún es muy temprano, pero el despertar de esta nueva era es muy prometedor, el trabajo de Hugo es terminar de conjuntar a los mejores de los mejores, y nuestro trabajo como afición es seguir apoyando incondicionalmente a los nuestros.
Ayer fue el debut en patio ajeno, cuando se juegue en el estadio Azteca; la gloria será nuestra.
¡Todos somos México!
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